Estimados
amigos:
Esta
breve reseña explica el origen y motivo de la conmemoración del Día Nacional de
Cataluña. No es ajena a muchas personas la pregunta del porqué, cuando nos
catalogan de españoles, nos identificamos con vehemencia como catalanes, un
pueblo que se presto a tener una larga y remota historia….
En
efecto, a partir de pequeños y dispersos clanes que poblaban los entornos
pirenàicos, en los que incursionaron los Celtas, nuestro origen se enraíza con
los navegantes fenicios que recorrían con su comercio las riberas del
Mediterráneo; después de la cultura de la antigua Grecia que nos legó su
impronta; y luego con el asentamiento romano que aportó a los habitantes de
nuestra tierra sus normas y leyes cívicas y administrativas. Godos o visigodos,
árabes, franceses, y castellanos, con sus hordas de mercenarios provenientes de
diferentes lugares del continente europeo pisaron nuestro suelo en el que,
siglo, tras siglo, se libraron múltiples contiendas bélicas con numerosos
cambios de fronteras.
Como
Nación integrada, Cataluña es la más milenaria; fue en el año 870, bajo el
mandato de Guifrè El Pilòs, que se unieron por primera vez los condados
catalanes dependientes de la Corona Franca. Es en el año 988 cuando Borrel II
independiza estos condados convirtiendo Cataluña en un estado.Durante la Edad
Media los Reyes Catalanes conquistaron Valencia, las Islas Baleares, Sicilia,
Cerdeña, y el Reino de Nápoles, convirtiendo Cataluña en una de las grandes
potencias del Mediterráneo, la que se mantuvo hasta el año 1714, cuando Felipe
V le arrebata todos sus derechos y libertades. Recién fueron restaurados el año
1931, cuando el Rey Alfonso XIII entrega el país a una democracia y se abre la
Generalitat de Cataluña con el Presidente Francesc Macià. El franquismo nos elimina otra vez el
año 1939 y nuevamente renacemos como el Ave Fénix con la muerte de Franco. Otra
pincelada de nuestra historia quiero referirla a nuestro himno nacional que recién escuchamos, “Els
Segadors” inspirado en la llamada “Guerra Dels Segadors”, un evento bélico
anterior al que estamos conmemorando, que se produce en los últimos tiempos de
la guerra de los treinta años, 1618 a 1648. Tiene relación con la rebelión de
los campesinos catalanes, segadores de trigo, de ahí la hoz con que se los
identifica, que se levantaron en armas un 7 de junio de 1640, cansados de los
abusos y atropellos de las tropas de Felipe IV que luchaba contra Francia.
Parte del himno refleja el espíritu libertario de los catalanes cuando dice que
“así como cortamos espigas de oro, cuando conviene cortamos cadenas”. Las
intrincadas e interminables guerras de esa época, por toda Europa, eran
motivadas por ambiciones territoriales y conflictos políticos y religiosos, con
serias rivalidades entre una nobleza predominantemente católica y una burguesía
protestante. Las hordas de soldados castellanos y sus mercenarios devastaban a
su paso las tierras catalanas, despojando a los campesinos de sus cosechas,
obligándoles a alojarlos, a cuidar y alimentar a sus caballos, abusando de sus
mujeres e hijas, y además a pagarles un sueldo, todo lo cual motivo este
sangriento levantamiento campesino. Pero avancemos 64 años en la historia y
volvamos al 11 de Septiembre de 1714, fecha que recordamos hoy, en que cae
Barcelona, y con ella el Reino Cataloaragonès en manos de los reyes Borbones.
Tras el asedio de Barcelona durante trece meses de 40. 000 hombres, castellanos
y franceses, sus 4.000 defensores debieron rendirse al Conde Berwick bajo
promesa de respetar sus vidas; todos fueron ejecutados. Se implanta entonces el
llamado “Decreto de Nueva Planta” que abolía la Constitución de Cataluña, e
imponía las leyes de Castilla. Todas las Instituciones, Municipios,
Universidades fueron suprimidas, y enormes impuestos gravaron a tierras y
personas, a excepción de Nobles y clérigos.
Hoy
Cataluña es una nación pujante con clara vocación Europea y Mediterránea, con
un objetivo clarísimo, crear un espacio de cultura, prosperidad y bienestar,
sobre la base de una paz segura, estable y permanente. Solo pretende nuestra
Nación que sus derechos sean reconocidos en forma integral, y relacionarse con
España, nuestra pasada y antigua enemiga, en condiciones más equitativas e
igualitarias. En cuanto a las presencia de Cataluña en Chile, es una historia
también centenaria, que refleja el valioso aporte de los catalanes en todos los
ámbitos de su desarrollo.
Sigfrid
Grimau I Miquel: Presidente del Centre Catalán.
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